AYER ME
QUEDE DESPIERTO.
Me despertó el sonido del silbato
un guarda que agitaba su pañuelo,
de compañero, tenía sentado un abuelo
que miraba de reojo, bajo el anteojos
negro,
su saco lleno de manchas me recordaba
a mi viejo
¡ lo nuevo es para las fiestas ! y yo
lo heredé pa´l perro.
Ahora un grito de metal me
desconcentra de golpe
el tren que viaja a remolque y mis
ojos que se cierran,
ojalá que llegue a tiempo, pa’l
partido de las once.
- Boleto - - Garrapiñada - Lo único que faltaba.
Pero, ese ruido extranjero que no sé
de donde viene.
Ah... el carro de un cartonero. Se
está durmiendo parado
seguro que va colado, no debe tener ni
vuelto.
No se acordó del invierno; hace frío
pa’ chaleco
y ese zapato roto... que lo miro y más
se rompe,
debe estar helado el hombre, ni habrá
probado alimentos.
- Siéntese que yo ya bajo - - No, gracias - dice contento.
Tantos años que he viajado y recién
hoy me despierto.
Ahora que llego a casa, voy a escribir
unos versos.
- Querido - ¿el saco y las botas?
Pucha... me las deje en el asiento.