El
deseo en efectivo purgado de pecado
carnada predilecta. Hipocresía
del triste fracasado.
¿Qué
parte del pesebre te hace tan ansiada?
Cotizada de fiesta para
romper tu boca que late
lastimada.
¿Para
qué tantos velos de colores?
Tal vez para ocultar la sábana más
pálida,
rutinaria tarea, histórica, mundana.
En
una esquina, la fruta más deseada
y en
la misma vereda
el señor, pasea
con su dama.
Algún
día, adularé que fuiste mía.
Pero todos sabrán que nuevamente
tu
ilusión ha sido demorada.